Innovación en el lado del consumidor

abril 11, 2011

Leo vía NYT un artículo sobre un estudio acerca de la importancia de la innovación desde el punto de vista del consumidor, y cómo está afectando a los clásicos patrones de la economía.

Se habla de que el gasto en que los consumidores incurren ideando y desarrollando innovaciones es más del doble del que la industria hace en I+D (datos sobre UK en un periodo de 3 años), sugiriendo que la tradicional barrera entre consumidores e innovadores se está viniendo abajo.

No he leído el paper que están preparando desde el MIT y que, seguro, esclarece muchos temas que quedan abiertos. Lo que se quiere poner de relieve en este post es que es importante no perder de vista que un invento o mejora de ‘algo’ no puede quedarse en el consumo más o menos propio si quiere llamarse innovación.

Según la RAE, la innovación es la «Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado»

…y si hablamos de introducción en el mercado tenemos que hablar obligatoriamente de IMPACTO. Ojo, no obligatoriamente de modelo de negocio (una innovación se puede extender sin más implicaciones), pero sí de una masa crítica de adoptantes suficiente como para que la difusión e implantación de la novedad sea relevante.

En el artículo se mencionan ejemplos de innovaciones del consumidor que sí se extienden a un cierto mercado (Internet como medio de difusión), y nada nos hace pensar que el planteamiento de los autores se quede simplemente en «innovaciones de autoconsumo», sin difusión.

Sin embargo, sí que es importante remarcar que, desde el momento en que la innovación del consumidor tiene un objetivo de resolver un problema INDIVIDUAL (no siempre, pero sí en muchas ocasiones), no es obligatorio plantearse la difusión (el impacto) una vez logrado el objetivo.

Y ahí sí que hay una diferencia entre innovadores clásicos (industria) y el consumidor como innovador: Los primeros se plantean el impacto (la difusión) como clave para sus objetivos (independientemente de si se logran los objetivos o no. Ahí ya hablamos de otro tema: Los modelos de negocio).

Con esta premisa, nos podemos preguntar si realmente la innovación del consumidor merece ser considerada como tal sin exigir requisitos adicionales de difusión e impacto.