Organizaciones y personas: Presente y futuro

agosto 3, 2015

Raro es el día en el que no aparecen decenas de artículos de opinión o reflexión (incluso hasta alguno de investigación) sobre la situación de las personas y las organizaciones hoy en día. Firmados por oportunistas sobre cualquier cosa que esté de moda (y con un SEO impecable, que Google desfasará rápidamente), o por expertos estudiosos y practicantes del asunto (sean todos empresas o personas).

Es hasta cansino incluso para los que estamos interesados en estos temas, ¿verdad?. Pues vamos allá con otro más, que buena falta hace (como los programas de cocina en la tele: Nunca hay suficientes).

Pero con esta entradilla prometedora, creo que antes de continuar mejor os explico el porqué.

Lo primero es porque estos temas me encantan. Si eres lector habitual o me conoces, ya lo sabrás. Y si no, no tienes más que darte una vuelta por las categorías o los tags del blog. Y creo que el día a día de cualquier trabajo, la lectura y la observación del comportamiento de personas y organizaciones alimenta lo que cada uno va aprendiendo. Y ya llevamos un camino hecho.

Porque, pese a la excesiva cantidad de información que tenemos hoy en día, también es cierto que hay unas poquitas joyas muy valiosas que se puede extraer de esta avalancha de información, tanto en el sentido que tiene su conjunto esa avalancha, como en ciertos contenidos que se escriben.

Y, sobre todo, porque esta cantidad de información o moda, se debe a algo. El debate existente sobre temas como los modelos organizativos, el sentido mismo de las empresas, el poder de las personas para tomar protagonismo en su vida ‘laboral’, la necesidad de unir (o separar aún más) las facetas de trabajo y personal de cada uno…. son sólo algunos de los muchísimos asuntos encima de la mesa. Con casos prácticos y con ejemplos de pruebas con éxito y fracaso.  En un futuro en el que quizás no exista el ‘trabajo‘, y seguro que no (o no sólo) como ha sido concebido hasta ahora, parece adecuado que se hable de todo esto. Y que se planteen ideas y alternativas que salgan adelante.

Entre todo esto, con tal cantidad de opciones y propuestas, con tal cantidad de variedad en las posibilidades de personas y organizaciones, con tales listas de éxitos y fracasos y con tanta actividad individual y organizativa en este campo, creo que es bueno parar, reflexionar y mirar con perspectiva:

1) Parece claro que este cambio ya está aquí, y que seguirá avanzando en el futuro. Y no creo que sea una conclusión obvia: Por mucho movimiento que parezca haber, hoy en día afecta sólo una parte muy pequeña de todas las personas y organizaciones (incluso las de nueva creación). Pero no es tanto por resistencia al cambio o por desconocimiento de las posibilidades actuales. Creo que hay mucha gente que da lo mejor de sí misma en modelos organizativos antiguos (y el porqué daría para varios posts….). Y personas competentes y decididas pueden competir desde cualquier modelo, hasta en la organización más jerarquizada y rígida imaginable. Por supuesto, este no es modelo óptimo, será siendo desplazado y no será lo común en el futuro, pero no creo que veamos una desaparición total de organizaciones del siglo XX.

2) Dicho lo anterior, no creo que vaya a venir un tsunami que acabe con todos los modelos actuales.  Hay personas y organizaciones para todas las opciones. Lo que veo me hace creer más en un cambio progresivo (y en la permanencia de modelos antiguos mucho tiempo) que en una irrupción brusca. También, y en la misma linea, creo mucho más en la aparición de nuevos modelos y organizaciones que en el cambio de los actuales. Sustitución progresiva más que cambio. Y la razón es la misma que antes: Es mucho más fácil crear algo nuevo entre personas en la misma linea de pensamiento que intentar cambiar organizaciones en las que personas competentes trabajan de manera satisfactoria y conforme al modelo.

Sí, hay gente (y no poca) que es feliz en el trabajo sin todas esas condiciones que vienen en la infografías sobre responsabilidad, reconocimiento, etc., simplemente siendo microgestionada y cumpliendo con lo que le mandan. Cobrando a fin de mes y disfrutando de su tiempo libre, con una vida feliz. A lo mejor no será la mayoría en el futuro, pero será un grupo existente. Y como tal, creo que deberá tener su correspondiente organización del siglo XX detrás. Estos grupos no cambiarán (como la experiencia de la rana en el agua caliente).

Y, a pesar de la transición, seguro que va a haber sitio para todos, porque todos somos muy distintos. ¿Te parece que no te comprometerías con una organización hiperjerarquizada, en la que las bases apenas cuentan en la toma de decisiones, y en la que los ‘seguidores’ mantienen su apoyo independientemente de lo anterior, porque creen en los valores de esa organización? Pues piensa en la iglesia y el ejército.

El compromiso no depende del cómo (modelo organizativo), sino del por qué (valores). Y, como hemos visto, el por qué de muchas personas no está ligado a la organización donde trabajan, y seguirá siendo así, pese a que vengan modelos nuevos.

Me parece que de este post me va a salir una serie… Seguiremos con el tema.

–foto de pexels

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