Creatividad y Liderazgo

junio 27, 2011

Llego a través de Strategy+Business a un artículo donde se analiza la relación entre la creatividad y el liderazgo. Ha sido una sorpresa agradable encontrar que existe una corriente de investigación en la Psicología que analiza la relación entre estas dos cualidades. Y también, por qué no decirlo, un tanto curioso ver los resultados que se obtienen. Veamoslo:

La principal conclusión del artículo es que la creatividad, sin otras cualidades complementarias,es vista como un cierto lastre a la hora de ocupar posiciones de liderazgo, frente a la más valorada cualidad de ‘compartición de objetivos, identidad de grupo y mantenimiento del status quo‘. Esta conclusión está de acuerdo con la mayoría de resultados de investigaciones al respecto, en cuanto a las cualidades valoradas en un líder.

Según estas premisas, en el líder se buscaría estabilidad y menor incertidumbre, frente al entorno más variable que implicaría tener a un líder creativo. De hecho, se mencionan los conceptos ‘personas creativas‘ y ‘líder efectivo‘ (¿acaso la creatividad no puede ser efectiva?)

Esta posición va en la línea de uno de los argumentos que valoraba Coase en su proceso de descubrir el origen y razón de ser de la empresa: El empresario se apropiaría de los beneficios marginales como compensación a la asunción de responsabilidad y riesgo, surgiendo así su autoridad. Si establecemos el paralelismo de empresario/empleado con líder/miembro del equipo, podemos llegar, por tanto, a comprender mejor la relación entre autoridad y liderazgo (si bien es cierto que muchas veces no van juntas).

El artículo también analiza hasta qué punto la creatividad puede valorarse más positivamente, si viene acompañada de otras cualidades (carisma).

Así, parece que el ‘ranking’ de propensión al liderazgo podría ser algo así como:

1) Carisma + creatividad
2) Utilidad/No creatividad
3) Creatividad (sin carisma)

El carisma, asunto complejo: El carisma es muy subjetivo, se tiene o no, y viene determinado por cómo valoramos, en cierto momento, un determinado comportamiento o forma de ser (que todos tenemos). Así, el carisma percibido dependería de otras muchas circunstancias. Otro tema es analizar, rigurosamente, en qué medida el carisma del líder influye en el rendimiento del equipo. Este tipo de análisis daría para mucho, y se escapa del tema general del post.

Arzalluz sobre Aznar, antes de que éste fuera presidente, reflexionó al respecto respondiendo a los que le acusaban de falta de carisma: «Cuanto te sientas detrás de un cartel que pone ‘Presidente del Gobierno’, se te pone un carisma…». La cita no es tal (que nadie la busque así, hablamos de memoria, sin tratar de reproducir unas declaraciones), simplemente se trata de poner de relieve que el par autoridad-carisma viene muchas veces dado, en cuanto a que una forma de ser (o comportamiento), que no es valorada si no se acompaña de autoridad y/o liderazgo, se valora muy positivamente en caso contrario. El huevo y la gallina.

Seguro que si a muchos nos preguntaran que si preferimos a un jefe creativo frente a otro que mantenga el control y se limite a cumplir los objetivos, muchos elegiríamos la primera opción. O si nos preguntaran qué tipo de liderazgo ejercemos (o ejerceríamos, en caso de tener que hacerlo), es muy probable que la opción creativa tuviera mucho éxito.

Parece ser que los estudios de campo reales, en el puesto de trabajo, dicen lo contrario. Desde luego, todo esto da que pensar.